jueves, 12 de julio de 2012

TÚ.


Hola, creo que estás un poco agobiado, ¿no?, ¿un poco harto de tanta mierda?, ¿sociedad, familia, pareja o amigos?, tranquilo.
Para un minuto, y respira.
¿Te apetece llorar? Llora, llora cuánto necesites llorar. Desahógate, llevas mucho tiempo siendo fuerte. Mucho tiempo aguantándote cosas, entre otras lágrimas, sonrisas disfrazadas de tristeza, creo que te mereces hacer por una sola vez lo que realmente quieres. Suelta toda esa rabia, toda esa impotencia, todo, suéltalo todo.
No importa cuánto llores, nadie te ve, nadie te oye, nadie te siente, estás solo tú en este mundo. No te seques las lágrimas, deja que ellas caigan solas y se vayan secando a medida que pasa el tiempo, relájate, tranquilo, inspira, y expira, no hay más.
Y entonces, cuando de tus hermosos ojos no salgan más lágrimas, cuando notes que ya no tienes motivos para seguir llorando, cuando tu cuerpo y mente esté lo suficientemente relajado como para saber que te has desahogado positivamente, en ese momento.. Abre los ojos de nuevo, levanta la cabeza, y…




¡SONRÍE!


Te lo mereces, no por los demás, te lo mereces, ¡TÚ! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario